EVALUACIÓN DE LA INTELIGENCIA
ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES (ACI)
La evaluación de las altas capacidades intelectuales se realiza mediante una serie de pruebas y evaluaciones que pueden incluir:
– Prueba de cociente intelectual (CI)
– Prueba de aptitudes o habilidades específicas
– Prueba de creatividad
– Cuestionario para conocer el perfil de personalidad
– Prueba de evaluación emocional, de conducta y contextuales, así como recursos psicológicos.
– Entrevistas familiares y, dependiendo de la edad, con la persona evaluada
– Pruebas de funciones ejecutivas
– Evaluación de patrones de procesamiento sensorial
DOBLE EXCEPCIONALIDAD
(2e)
La doble excepcionalidad (2e) ocurre cuando la persona tiene altas capacidades intelectuales con una condición más asociada, que puede ser un trastorno del neurodesarrollo (trastorno del espectro autista, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, síndrome de tourette, trastorno de comunicación social, trastorno específico del lenguaje, etc), una dificultad específica del aprendizaje del aprendizaje (dislexia, disgrafía, discalculia y disortografía).
La evaluación de la doble excepcionalidad puede ser un proceso complejo y requiere una evaluación exhaustiva.
Este proceso debe incluir una serie de pruebas y evaluaciones que permitan identificar tanto las fortalezas como las debilidades, así que se realizará un diagnóstico diferencial.
En el caso de que ya se tenga una valoración, se estudiarán los síntomas que presenta la persona para poder orientarnos hacia el estudio diferencial de posible diagnóstico.
No existen pruebas específicas para detectar la doble excepcionalidad, sino que se ajustarán en función de perfil sintomático de la persona.
TRIPLE EXCEPCIONALIDAD (3e) Y MÚLTIPLE EXCEPCIONALIDAD (ME)
La triple excepcionalidad (3e) aparece cuando una persona es doblemente excepcional, pero además tiene una excepcionalidad cultural porque pertenece a una minoría lingüística o étnica, proviene de un hogar de muy bajos ingresos o tiene una identidad de género o sexualidad no tradicional.
En cambio, la excepcionalidad múltiple (ME) aparece cuando conviven las altas capacidades intelectuales junto con dos condiciones o trastornos. Por ejemplo, unas altas capacidades intelectuales junto con una dislexia y un trastorno del espectro autista.
La evaluación es similar a la doble excepcionalidad, aunque el diagnóstico diferencial es más complejo al convivir más condiciones y requiere de un estudio más profundo.
EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO DE TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO Y
DIFICULTADES ESPECÍFICAS DEL APRENDIZAJE
TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)
La evaluación de los trastornos del espectro autista es compleja y requiere de la observación y aplicación de actividades estructuradas y semiestructuradas diseñadas para valorar la comunicación, la interacción social, el juego, los comportamientos repetitivos y estereotipados, entre otros.
Para ello realizaremos una serie de pruebas, entre las que encontraremos:
– Escala de observación para el diagnóstico del autismo (ADOS-2)
– Entrevista para el diagnóstico del autismo (ADI-R)
– Prueba de capacidades cognitivas y aptitudes
– Prueba de habilidades lingüísticas
– Cuestionario de la conducta adaptativa
– Prueba de evaluación de funciones ejecutivas
– Prueba de evaluación emocional, de conducta y contextuales, así como recursos psicológicos.
– Evaluación de patrones de procesamiento sensorial
– Otras pruebas en función del caso.
También se pueden realizar evaluación de screening para el autismo para identificar el riesgo de tener TEA respecto a sus iguales. Estas pruebas no proporcionan un diagnóstico definitivo.
Además, también se puede realizar una evaluación dinámica, para evaluar el progreso de la persona con TEA durante un tiempo determinado de intervención psicoterapéutica y educativa.
El objetivo de la evaluación no es solamente el diagnóstico, sino que, en función de lo obtenido en las pruebas, podamos adaptar el tratamiento psicoterapéutico y educativo ajustado a su perfil sintomático.
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) puede tener varias presentaciones:
– TDAH con presentación de predominio inatento o TDA
– TDAH con presentación de predominio hiperactivo – impulsivo
– TDAH con presentación de predominio combinado
Estas presentaciones del TDAH varían en función de la atención, la hiperactividad y la impulsividad, ya que en el TDAH la dificultad aparece en la respuesta inhibitoria, en el control de impulsos y en la capacidad para demorar recompensas.
La evaluación del TDAH requiere también de la aplicación de las siguientes pruebas:
– Entrevistas con padres y, en función de la edad, con la persona evaluada
– Prueba de valoración de sintomatología nuclear de TDAH
– Pruebas de funciones ejecutivas, como la memoria, la autorregulación, la planificación, la organización, etc.
– Pruebas de atención
– Prueba de capacidades cognitivas y aptitudes.
– Cuestionario de exploración de comportamiento negativista desafiante
– Prueba de evaluación emocional, de conducta y contextuales, así como recursos psicológicos.
– Evaluación de patrones de procesamiento sensorial
– Otras pruebas en función del caso.
El objetivo de la evaluación no es solamente el diagnóstico, sino que, en función de lo obtenido en las pruebas, podamos adaptar el tratamiento psicoterapéutico y educativo ajustado a su perfil sintomático.
DIFICULTADES ESPECÍFICAS DEL APRENDIZAJE (DEA)
Las dificultades específicas del aprendizaje (DEA), como la dislexia, la discalculia, la disortografía y la disgrafía, se evalúan a través de entrevistas y con diferentes pruebas psicológicas.
Entre estas pruebas podemos encontrar:
– Entrevistas
– Pruebas de las habilidades de lectoescritura
– Prueba de capacidades cognitivas
– Evaluación de las funciones ejecutivas
– Evaluación de patrones de procesamiento sensorial
– Pruebas de psicomotricidad, como la evaluación de dominancia lateral.
– Otras pruebas en función del caso.
También se puede realizar una evaluación de screening, es decir, evaluar el riesgo que existe de tener una dificultad específica del aprendizaje respecto a sus iguales.
Además, también se puede realizar una evaluación dinámica, para evaluar el progreso de la persona con DEA durante un tiempo determinado de intervención psicoterapéutica y educativa.
El objetivo de la evaluación no es solamente el diagnóstico, sino que, en función de lo obtenido en las pruebas, podamos adaptar el tratamiento psicoterapéutico y educativo ajustado a su perfil sintomático.
OTRAS EVALUACIONES
APRENDIZAJE Y HÁBITOS DE ESTUDIO
La evaluación de hábitos de estudio son importantes porque permite identificar qué canal sensorial (visual, auditivo o kinestésico) es más favorable para su aprendizaje, así como para conocer las fortalezas y debilidades del estudiante. Y, a partir de este conocimiento, diseñaremos estrategias para mejorar el rendimiento académico.
Los hábitos de estudio son fundamentales para éxito académico. Con ellos el estudiante aprende a organizarse, a planificarse, a priorizar sus tareas y a ser más autónomo en su proceso de aprendizaje.
Para la evaluación de hábitos de estudio utilizaremos diversas pruebas:
– Entrevistas con el estudiante
– Autoevaluación, donde el estudiante reflexionará sobre sus hábitos de estudios e identificará sus fortalezas y debilidades.
– Observación y/o autoobservación directa, donde existe un registro de conductas y comportamientos.
– Cuestionarios para los hábitos de estudio
– Análisis de resultados académicos, donde el objetivo está en reconocer patrones en los hábitos de estudio.
ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y PROFESIONAL
La orientación vocacional se realiza cuando el estudiante quiere ser asesorado o guiado para identificar o tomar decisiones sobre su carrera profesional o sus estudios superiores. de acuerdo a sus intereses, habilidades y metas personales.
Este proceso incluye:
– Entrevistas con la persona
– Exploración de opciones de estudios
– Evaluación de aptitudes
– Cuestionario sobre orientación vocacional y profesional, que identificará las áreas profesionales que mejor se adaptan a sus intereses, destrezas y características personales.
– Otras pruebas en función del caso.